COLOMBIA (Febrero 2 de 2022). La doctora Paola Durán Ventura, endocrinóloga pediatra, coordinadora de endocrinología pediátrica de la Fundación cardioinfantil y Endociencia, nos brinda información sobre esta enfermedad.
Diabetes es una palabra temida por muchas personas. Este panorama empeora si el médico diagnostica que uno de nuestros hijos la padece. Nos preguntamos si hemos hecho algo mal, si la alimentación que le hemos brindado no ha sido balanceada, si hay una carga genética y el tipo de vida que tendrá de ahora en adelante.
– ¿Comer alimentos con alta carga de azúcar puede desencadenar que un niño padezca de diabetes tipo 1?
Ese es un mito que muchas personas tienen en casa. En realidad, la diabetes tipo 1 no tiene nada que ver con los hábitos de vida. Tampoco tiene relación si somos gorditos o delgados. Tiene mucho que ver con una inmunidad que está predispuesta a despertar y atacar a nuestra propia inmunidad, a las células que producen insulina de tal modo que la insulina se agota y por eso las personas con diabetes requieren la restitución de insulina de inmediato para evitar complicaciones.
– ¿Cuáles son los síntomas de un niño con diabetes?
Los síntomas de alerta son: aumento de la sed, unas ganas de orinar permanente, pérdida de peso. Y puede haber, si se agrava el caso, náuseas, vómitos, dolor abdominal e incluso el niño puede perder el conocimiento o tener convulsiones. Con los tres primeros síntomas debemos llevar al niño a un especialista.
– ¿Cuál es el tratamiento y qué tipo de alimentación debe comer?
Ahora contamos con insulina, que ha mejorado el tratamiento con el tiempo. No solo hay insulina humana sino análogos rectos, rápidos e incluso bombas de insulina que permiten una buena insulinización. Esto hace que el niño utilizando bien su tratamiento con insulina pueda comer prácticamente de todo. Es cierto que no debería comer azúcares, pero sí alimentos que típicamente aumentan la glucosa como la papa, fideos, arroz y pan. No están prohibidos en los niños (con diabetes) solamente limitados en las cantidades, de acuerdo a la edad del niño, sin embargo, sí deben ser parte de su vida habitual. El tratamiento se debe adaptarse a su vida y no al revés.
– ¿Se puede prevenir la diabetes tipo 1 en los niños?
No se puede, debido a que la inmunidad un día despierta y comienza a atacar las células beta que producen la insulina. ¿Qué las despierta? Se plantean varias hipótesis, podría ser por alteraciones de la inmunidad vinculadas a estados de estrés o enfermedades virales o bacterianas, no obstante, realmente se desconoce con exactitud por qué la inmunidad en estos niños despierta. En la diabetes tipo 1 no se debe buscar culpables. El mensaje a los padres es: ‘tranquilos ahora que se puede controlarla, usemos los mejores tratamientos para lograr ese control y sostenerlo en el tiempo’.
– ¿La bomba de insulina es adecuada para los niños?
Aunque cada paciente es un mundo, la inmensa mayoría se adapta sin problemas. De hecho, en encuestas de calidad de vida más del 90% refiere que está más contento con su estilo de vida con la bomba (aparte de que el control mejora). En Colombia, las bombas de insulina hacen parte del Plan Obligatorio de Salud (POS), sin embargo, es necesario que los pacientes se apoyen en el equipo médico y las aseguradoras para facilitar el acceso a este tratamiento, el uso de la bomba en pacientes diagnosticados con diabetes tipo 1 previene y aumenta el tiempo de vida libre de complicaciones, las retrasa y mejora la calidad de vida permitiendo así, vivir muchos años.
– ¿El niño con diabetes tipo 1 tendrá una vida normal?
Hoy en día gracias a la tecnología médica las personas con Diabetes tipo 1 tienen nuevas alternativas de tratamiento, pueden cambiar las inyecciones diarias y mejorar su calidad de vida, con las nuevas terapias se puede lograr un buen control (de la enfermedad), de forma tal que las complicaciones que acortaban o empeoraban la calidad de vida, como problemas renales, en el sistema nervioso, el corazón o el cerebro, podrían evitarse o postergarse muchísimo y el niño puede tener una calidad de vida y sobre vida igual a las otras personas que no tiene diabetes tipo 1. Solo tendrá una carga adicional que es la constancia de administrar la insulina de manera sistemática.
La especialista advirtió que la edad típica en la que se despierta la diabetes tipo 1 es entre los 8 y 10 años. “Es la edad clave en la que la mayoría de las personas con diabetes 1 hacen su debut, es decir esa inmunidad despierta y la enfermedad aparece”, precisó.
Fuente: Central de Noticias AndeanWire
Source: AW-CHILE